En las zonas urbanas es frecuente en calles anchas, avenidas, paseos y también en jardines por su magnífica floración amarilla y su muy buena sombra. Se acomoda a todos los suelos, siempre que sean sanos. Resiste la caliza. Admite bastante bien la poda. Hay que formarle la cruz bastante alta para evitar que sus largas ramas cuelguen hasta el suelo.
Sus raíces son robustas y extensas, por lo que no se aconseja su plantación cerca de edificaciones. Es un árbol semicaducifolio que resiste la sequía sin perder las hojas.3Florece en el sur de América en diciembre y enero (julio-agosto en el hemisferio norte). Es afectado, en su zona de origen y ciertas épocas del año, por poblaciones del parásitoCephisus siccifolius (chicharrita de la espuma) el cual, en su estado de ninfa, succiona la savia y excreta un líquido azucarado conocido vulgarmente como "llanto de las tipas.
alcanzando 10-25 m de altura en cultivo, con la copa densa, amplia y extendida y con las últimas ramillas péndulas; tronco grueso, con la corteza de color gris oscuro, resquebrajada longitudinalmente y más tarde dividida en placas persistentes. Hojas opuestas o subopuestas, rara vez alternas (juveniles), imparipinnadas, con un raquis algo pubérulo de 10-30 cm de largo incluido el pecíolo, con 4-12 pares de folíolos opuestos o subalternos, de elípticos a elíptico-oblongos, de 2-5 x 1-2 cm, brevemente peciolulados, con la base obtusa o redondeada, el margen entero y el ápice emarginado; son de color verde claro, concoloros, glabros en el haz y algo pubérulos y con el nervio central resaltado por el envés. Inflorescencias en racimos simples, colgantes, axilares y terminales, más cortos que las hojas, con flores zigomorfas, típicamente amariposadas, largamente pediceladas. Cáliz turbinado-acampanado, pubérulo, con un tubo de 5-8 mm de largo y 5 dientes cortos y desiguales; corola de color amarillo-anaranjado, con el estandarte extendido, de unos 2 x 2,5 cm, emarginado, con los bordes denticulados y ondulados.